En Argentina ascienden a 32 los casos en estudio de embarazadas que pueden haber contraído el virus del zika durante la gestación. Los riesgos para el bebé: severas malformaciones y afectación neurológica si la madre se infecta.
A su vez, son cinco los casos confirmados de mujeres que se infectaron en el embarazo, cuatro de los cuales corresponden a Tucumán, donde se registró un brote autóctono de la enfermedad hace algunos meses.
El restante corresponde a una mujer que vive en Córdoba que contrajo la infección en Bolivia y cuyo embarazo está en seguimiento en esta provincia. Además, hay otros tres casos probables de embarazadas con zika, dos de ellos también en Tucumán y el restante en Salta.
Entre los casos en estudio, el mayor número se concentra en Tucumán (11), seguida por la provincia de Buenos Aires (cuatro). En Córdoba, entretanto, son tres los casos en estudio.
Los datos provienen del último Boletín Integrado de Vigilancia, del Ministerio de Salud de la Nación, en el que también se informa que hay además 41 casos en estudio de posibles síndromes congénitos o muertes fetales asociados a zika.
Si esta infección de origen viral se contrae durante el embarazo, existe el riesgo de que el feto desarrolle malformaciones severas como microcefalia y microcalcificaciones cerebrales, además de sordera, ceguera y trastornos neurológicos vinculados al desarrollo.
De hecho, su vinculación con los casos de microcefalia que comenzaron a llamar la atención en Brasil –el primer país donde hubo un brote de magnitud– llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar al virus del Zika como una emergencia sanitaria global el 1° de febrero pasado.
Los casos que se evalúan, según el director de Epidemiología de la Nación, Jorge San Juan, están relacionados con el brote autóctono de Tucumán y con situaciones de viajes a destinos donde hay zika. “Hay nexo epidemiológico, y no se pueden descartar con los métodos de diagnóstico de los que disponemos por el momento”, indicó.